viernes, 25 de mayo de 2012

Una Misión Cumplida


Ella era nueva en el pueblo, así que fue carnada fácil de unas malvadas brujas que fingieron ser sus amigas para esclavizarla. Le pusieron a realizar trabajos forzosos y la exiliaron a vivir en una vieja y fea arboleda, donde tenía como vecinos a un montón de gnomos amargados que con su mal humor marchitaron las flores.
Su vida era muy triste, vivía continuamente torturada por esas dos brujas que le hacían maldades diarias. Todo parecía desesperante hasta que decidió compartir frutas con los contadores de las horas. Desde ese día ellos se convertirían en sus únicos y leales amigos….
Un día, uno de ellos, la acompaño para que cruzara el oscuro bosque sin problemas, después de un tiempo su amistad era lo único que la mantenía con vida en aquel lugar.
Conforme pasó el tiempo las brujas trataron de esclavizarle aún mas, ella no podía seguir su vida de esa manera, así que decidió dejar la arboleda y huir a una tierra de amigos, buenos vecinos y sin esclavitud. 
En el afán de salir de aquel horrible lugar, su querido amigo la acompañó y la apoyó en el trayecto. Cuando estaban a punto de salir de aquel bosque, ella le toma la mano y con lágrimas en los ojos, le dijo que lo amaba y lo besó. El también comenzó a llorar y decidió quedarse donde estaba, sin mover un paso más. Ella un tanto enojada le pregunto ¿acaso no quieres que estemos juntos? por qué no quieres venir conmigo? Y él solo le respondió: “mi misión era hacerte feliz en tu adversidad, yo procuré acompañarte en tus malos momentos, una vez que te vayas de acá, yo me iré con tus recuerdos, porque mi misión la cumplí acá contigo, el plan no era que me fuera de acá, porque no me necesitarás mas, tu vida será mejor desde hoy….” y con un vil silencio se cerró su amistad por siempre y la profundidad del bosque se encargo de enterrar aquel amor.