miércoles, 28 de diciembre de 2011

El amante indeciso.

Ella dejó abierta la puerta de la casa, esperando a que él se fuera y se llevará consigo todos los recuerdos y esa terrible voz que él poseía, la cual tenía la habilidad de producir las palabras más cálidas y hermosas que jamás escucharía de nuevo y que se habían convertido en su principal  verdugo.
El no sabía si salir por esa puerta, estaba totalmente indeciso, estando adentro quería salir y sabía que si salía de aquella casa, iba a querer entrar de nuevo. Ella lo miró con unos ojos agonizantes por el fastidio de aquella indecisión.  No tenía el valor de verlo marchar, por lo que empezó a desfallecer al presenciar el titubeo de aquel hombre que era su amante y tanto amaba. Finalmente él la miro fríamente pero de una manera tan profunda, que sintió como si una espada filosa le atravesara su corazón, hasta que cayó muerta al suelo, y él como de costumbre no supo que hacer… por lo que simplemente le susurró “cuando vuelva a tu lado amor mío…. besame…..”

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